Nací un 16 de febrero, hoy cumplo 33 años. A lo largo de este día tendré la ocasión de hablar con personas que tengo lejos en el espacio pero cerca en el corazón, algunas cotidianas y otras con las que únicamente comparto momentos ese par de veces al año que espero como un niño la noche de reyes. También lo haré con otros cuyas palabras me suenan huecas, y probablemente a ellos las mías también… y me cuesta encontrar la forma de transmitir los sentimientos que me provocan aquellos que en mi interior están catalogados como «los de los abrazos». ¿Cómo sabrán ellos que no son uno más de los más de 400 «amigos» que tengo repartidos en las distintas redes sociales?
Veo que el influjo de los nuevos soportes de comunicación está llevando a una creciente banalización del lenguaje, ya sea por las características de los medios en sí como los 140 caracteres en Twitter o SMS (sí señor McLuhan, tenía usted razón, el medio es el mensaje) o por las nomenclaturas que se utilizan en los Social Media (amigos, contactos, seguidores, ¡fans!) y las palabras están dejando de tener su sentido.
Estoy segura de que a falta de sentido de éstas, inventaremos otras, pero lo que nos configura como personas son esas palabras y como en la película de Kamchatka ciertos conceptos son «el lugar donde resistir».
Tomo una cita de Ricardo Forster «Las formas del decir nunca son inocentes: dime cómo nombras el mundo y te diré en qué mundo vives». Por favor, que nada nos haga perder el espíritu crítico y la capacidad de nombrar nuestros mundos.
9 comentarios
David Soler
febrero 16, 2010 at 12:42 am
Por partes: felicidades! nos llevamos exactamente 10 años y 10 días.
Lo que nos pasa es que todo esto es muy nuevo y, sobre todo, muy rápido. Hay que acostumbrase, asimilarlo y ya verás como luego sabremos distinguir a unos amigos de otros.
No se puede ir contra el desarrollo, solo hay que saber aprovecharlo sin que se nos vaya la «olla» ni sin que el desarrollo se nos lleve a nosotros. Por cierto, y dicho sea de paso (aprovechando que el pisuerga pasa por nosedonde): tu lo llevas muy bien, así que tranquila.
Que pases un buen día! (lo menos banal posible)
Patricia de Andrés
febrero 16, 2010 at 1:15 am
Hola David,
Muchas gracias por venir a mi rinconcito, deleitarme con tus palabras (y sonrojarme un poco).
Creo que nosotros lo tenemos bastante claro, los Social Media pueden decir misa ya que los conceptos los tenemos muy vigentes. En tu propio blog hay otra variante de los comportamientos que puede generar la confusión de conceptos/roles, la gente que solo te sigue en Twitter en espera de que tú hagas lo propio.
Cuando hablo de banalización me refiero a dos cosas:
1. Tanto buen rollo me agota, no hace falta. Yo prefiero reservar mi mejor sonrisa para las personas o momentos que realmente la provocan, y no me considero especialmente seca.:-)
2. Algunas palabras se están empezando a mercantilizar. ¿Qué impacto tendrá en las nuevas generaciones que los amigos se cuelguen en un escaparate y se midan por unidades? ¿Soy más socialmente adaptado por tener 200 amigos en Facebook o por irme con las 2 que me caen mejor de mi clase al cine? Nosotros sabemos que ambos son compatibles y complementarios, pero…¿lo sabrán ellos?
En 10 días soplamos velas!!!
saintsandevils
febrero 16, 2010 at 9:21 pm
[Aquí ya no te felicito, que sino empalaga]
Los que tenemos más de 30 (siendo benévolo podría bajar la franja hasta los 27) venimos de una infancia y una sociedad actualmente extintas. Puede sonar chocante, pero es así. Una niñez en los 70 o primeros 80, para una juventud que ha tenido su niñez en los 90 o después, es tan «marciana» como lo fue parta nosotros la de nuestros padres. Salir a la calle, embarrarse, apedrearse, etc, es algo, a día de hoy, totalmente prohibido o inaceptado por los mismos padres, o totalmente inviable por las circunstancias urbanas (¿quién dejaría salir a la calle a su niño de 7 u 8 años en el Eixample o en el centro de Madrid?)
Esto lleva a que conceptos como «amigos» (y no digo ya «amigos de toda la vida») sean conceptos cada vez más abstractos o faltos de consistencia. La virtualización de la sociedad se produce a todos los niveles, y generalmente con una penetración muy inportante en sectores «descontrolados» por los «Social lo-que-sea». La pédida de valores que nosotros tenemos como fundamentales porque losd llevamos mamando desde la niñez, hoy son más triviales. Hoy se valoran otros aspectos. Mañana, éstos estarán relegados.
Los viejos de hoy no entienden, generalmente, el mundo en el que viven. O nos adaptamos, preservando lo que consideramos importante pero también aprendiendo lo que es importante ahora para otros, o quedaremos apartados como nuestros viejos.
saintsandevils
febrero 16, 2010 at 9:23 pm
+Las dedos me loquean: *importante (no inportante). Puede parecer tontería, pero la ortografía, para mí, aún tiene valor.
Patricia de Andrés
febrero 16, 2010 at 10:50 pm
Hola Santi!
Creo que has dado en el clavo: adaptarse preservando lo importante para uno, y respetar y aprender de los demás.
También es cierto que ha habido un salto generacional importantísimo con los nacidos entrados los 80 y nosotros sentimos algo nuevo, hablar distintos lenguajes, tener distintos referentes, disfrutar con distintas cosas…
Muchas gracias!
Silvia Bascompte
febrero 19, 2010 at 10:07 am
Hola Patty!!
Cómo ya te dije muchas felicidades! Y como dije David Soler los llevas muy bien 😉
En este mundo 2.0 en el que nos estamos empezando a desarrollar, como miles de peces que intentan nadar contra corriente y entre los cuales, como tú bien dices tenemos 200 amigos en facebook con los que sólo mantenemos contacto con 2, las relaciones son algo importante. A veces nos basamos en la primera impresión que nos da una persona y la descartamos simplemente porque pensamos que no tiene nada para ofrecernos o por cualquier motivo y a veces podemos equivocamos. Sin embargo, también hay que entender que es imposible ser «amigos» de todo el mundo, porque cada cual tiene sus impresiones, sus sensaciones y sus principios y creencias. De ahí que tengamos que adaptarnos y como bien dices poner la mejor de nuestras sonrisas pero siempre sabiendo colocar a cada persona en su término adecuado.
Si más no, esa es mi humilde impresión.
Un beso!
Patricia de Andrés
marzo 3, 2010 at 10:54 pm
Hola Silvia!
Amistad es si no el más, uno de las cinco conceptos más grandes que existen, y por eso hay que cuidar las palabras. Las relaciones son lo que nos mantiene vivos y todo un arte, a veces consiste en rascar para descubrir el brillo donde parecía que solo había aburrimiento, otras en no dejarse deslumbrar por las luces de neón… no siempre se acierta, ni a la primera ni a la mil, pero creo que hacer el camino con los ojos bien abiertos vale mucho la pena. En el 1.0 y en el 2.0
Un beso!
David Soler
marzo 2, 2010 at 1:16 pm
Ays.. se me había escapado el «mensajito» de Silvia. Gracias, gracias, gracias … La verdad es que nadie me había dicho eso estos últimos días: los llevas muy bien 😉
Patricia de Andrés
marzo 3, 2010 at 10:57 pm
Cómo que no David, yo te lo dije el lunes: qué 28 tan bien llevados!
No tuve ocasión para hablar mucho contigo pero te ví muy bien, y esta semana te vuelvo a leer chispeante como es habitual en tí. Y me encanta. 🙂