Los lazos débiles son tan fuertes porque nos permiten ser quienes somos y encontrarnos con nuestros semejantes, no por relaciones basadas en el contacto físico sino por otros vínculos, como los intereses o las ideas.
Los lazos débiles son tan fuertes porque nos permiten ser quienes somos y encontrarnos con nuestros semejantes, no por relaciones basadas en el contacto físico sino por otros vínculos, como los intereses o las ideas.